El uso de protectores auditivos es crucial para prevenir daños en la audición en trabajos donde existe un alto nivel de ruido. Para asegurar su eficacia, existen normativas armonizadas, como la EN 352, que establecen los requisitos generales para los diferentes tipos de protectores auditivos, como orejeras, tapones y orejeras acopladas a cascos de protección. Además, existen normas técnicas relacionadas que fortalecen los métodos de ensayo para medir la atenuación acústica y los niveles efectivos de presión sonora ponderados. La norma EN 458 también ofrece recomendaciones para la selección, uso, precauciones de empleo y mantenimiento de los protectores auditivos. Es importante cumplir con estas normativas para garantizar la seguridad y protección de los trabajadores expuestos a altos niveles de ruido.
Los protectores auditivos más comunes son orejeras, tapones desechables de lana mineral, tapones desechables de espuma, tapones reutilizables preformados y tapones reutilizables hechos a medida. Estos protectores auditivos pertenecen a la categoría II de la categorización de los equipos de protección individual (EPIs).
Algunas acciones preventivas para la protección auditiva incluyen: