Dentro de la prevención de riesgos laborales el riesgo eléctrico es uno de los más complejos, y no por la electricidad en sí misma sino por la dificultad que supone prevenir los riesgos que puedan derivar de ella, ya que, son muchos los factores que entran en juego. Por esto, la eliminación del riesgo, en este caso eliminar la electricidad del circuito antes de realizar ninguna actividad, es fundamental.
Una vez eliminado el riesgo debemos utilizar equipos de protección individual, en este caso vestuario de trabajo adecuado para protegerse contra los riesgos eléctricos, capaz de proteger al trabajador frente a cualquier imprevisto. Dentro de este tipo de vestuario incluimos el calzado de seguridad, un elemento básico para cualquier trabajador pero que en estos casos se convierte en primordial. Debemos saber escoger el equipo de protección adecuado ya que no todo el calzado protege frente a este tipo de riesgos.
Existen dos tipos de zapatos susceptibles de ser utilizados a la hora de realizar trabajos en los que los empleados se enfrentan a la electricidad, el calzado aislante o dieléctrico y el calzado conductivo o antiestático.
CALZADO AISLANTE O DIELÉCTRICO
Calzado destinado a proteger a la persona que trabaja directamente con la electricidad, por lo que, deberán presentar una gran resistencia eléctrica para evitar que la corriente circule a través del cuerpo humano, es decir, deben funcionar como aislantes de la electricidad. Los zapatos de este grupo protegen al usuario de un riego de muerte y por lo tanto son un EPI de categoría III.
Norma Europea aislante sobre mojado EN50321 y en seco norma ASTM F2412:2005
Los ensayos relativos a la norma europea se realizan sobre agua ya que aseguran un aislamiento total del usuario en las peores condiciones. Sólo las botas de agua de caucho o materiales poliméricos cumplen con este tipo de aislamiento. Ideal para electricistas o trabajadores con riesgo de contacto con la electricidad.
Por otro lado, fuera de la normativa europea,
se acepta como referente la norma americana ASTM F2412-05:2005 que
mide el aislamiento que un modelo de calzado
en seco puede tener. El calzado es aislante a través de la suela gracias a los componentes químicos que se aportan a la composición de la misma.
CALZADO CONDUCTIVO O ANTIESTÁTICO
Este calzado no está destinado al trabajo con la electricidad pero si
debe disipar corrientes estáticas y deberá presentar una resistencia eléctrica baja para favorecer que
la corriente circule a través del cuerpo humano
y se descargue. Estos zapatos son un EPI de categoría II y
todo el calzado de seguridad
que cumplen con las normas EN20345:2012 (Calzado de Seguridad) y
EN20347:2013 (Calzado de Trabajo)
tienen propiedades conductoras y antiestáticas.
El calzado ESD (ElectroStatic Discharge) según los requisitos IEC EN 61340-5-1.
Nos encontramos en el mismo caso de requerimiento de disipación de carga, pero en este caso más extremo aún ya que una mínima carga estática en el usuario puede afectar a su labor profesional (salas blancas, trabajos con circuitos impresos, pintores de precisión evitando motas de polvo...). En este caso la suela tiene que contener mayores dosis del componente antiestático en su composición, y la plantilla mayor cantidad de hilo conductor.
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