Como hemos comentado en artículos anteriores antes de seleccionar cualquier equipo de protección individual debemos identificar el riesgo del puesto de trabajo, intentar reducirlo y en última instancia recurrir a los EPIs.
En la soldadura los principales riesgos que nos podemos encontrar son el riesgo respiratorio por inhalación de humos y el riesgo ocular, en este caso la lesión más común son las quemaduras en la córnea por exposición excesiva por no haber utilizado correctamente la pantalla de soldadura.
Cuando hablamos de este tipo de lesiones no hay segundas oportunidades, el ojo humano es muy delicado y vulnerable, sobretodo en procedimientos de corte y actividades de soldadura. Cuando soldamos se emiten unas radiaciones infrarrojas y ultravioletas muy peligrosas que dañan irremediablemente la retina y la córnea. Estos daños causados por la luz de alta intensidad, pueden evitarse si se utiliza la protección adecuada y del modo correcto.
Los peligros de la exposición a los humos de soldadura pueden resultar engañosos porque en un primer momento son menos evidentes, sus efectos pueden tardar semanas, meses o incluso años en aparecer. Pero la realidad es que son igualmente importantes. Los soldadores tienen un 40% más de riesgo de contraer enfermedades respiratorias que otros trabajadores, debido a la agresividad de su ambiente de trabajo.
Los síntomas más inmediatos que suelen percibir son irritación en la cara y ojos, náuseas, mareo, dolor de cabeza y fiebre por humos metálicos. Todo esto deriva a largo a plazo en lesiones en tracto respiratorio y pulmones, incluido cáncer pulmonar, y daños en el sistema nervioso central (mal del Parkinson, etc).
Los equipos de protección respiratoria son necesarios en los ambientes con alta concentración de contaminante, debido a las potenciales limitaciones en los sistemas de ventilación.
Como medida de protección las autoridades de cada país definen los valores límite de exposición referidos al ámbito ocupacional para contaminantes específicos. En España se presentan de forma anual.
Límites de exposición profesional para agentes químicos en España (INSHT)
Estos valores representan la concentración que no debe sobrepasarse para evitar efectos adversos sobre la salud. Incluso si la concentración ambiental está dentro de los valores límite ambientales, un soldador sin protección respiratoria podría inhalar hasta 11 gramos de partículas cada año.
A continuación te damos los puntos clave que tienes que tener en cuenta para seleccionar el equipo de protección respiratoria que mejor se adapte a cada caso.
Por último, cabe destacar la importancia de la formación y la motivación transmitida a los trabajadores en relación al uso de los equipos de protección individual. Si los usuarios de los EPIs son conscientes de la necesidad de su uso lo harán, si tienen la formación adecuada sobre lo que están usando lo utilizarán adecuadamente y los mantendrán en el tiempo. Un arañazo en una pantalla de protección disminuye la visión, cada cierto tiempo debemos revisar el correcto funcionamiento de los equipos y cambiar aquellas piezas que estén estropeadas.
Existen en el mercado soluciones globales a estas necesidades como por ejemplo los equipos SPEEDGLAS ADFLO que integran pantalla de soldar automática, motorizado para proteger de las inhalaciones de gases y partículas y si se necesita acople a casco.Este tipo de equipos con la solución para los trabajadores que necesitan protección y comodidad.
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