En esta categoría encontramos equipos de protección contra riesgos leves. En este caso, el fabricante puede certificar directamente el cumplimiento de las exigencias esenciales de salud y seguridad sin someterse a examen CE de tipo. La categoría I incluye exclusivamente los siguientes riesgos mínimos:
Los equipos de categoría II protegen al trabajador frente a riesgos moderados o significativos en manos, brazos, piernas, cara, boca u ojos, relacionados, con sustancias químicas, cortes o pinchazos. Algunos ejemplos de equipos de protección de categoría II son:
En la categoría III encontramos los equipos de protección contra riesgos graves, extremos o irreversibles, como: el contacto con sustancias tóxicas, temperaturas inferiores a -50º o superiores a 100º, explosiones, caídas de altura o el riesgo eléctrico. Algunos ejemplos de equipos de protección de categoría III son:
Los equipos de protección corporal protegen ante riesgos muy variados como por ejemplo sustancias peligrosas, baja visibilidad, mal tiempo, o accidentes que puedan generar lesiones coporales.
Ejemplos: delantales, arneses, chalecos reflectantes o protectores de espalda.
Estos equipos protegen los ojos y la cara de diferentes peligros, como de riesgos mecánicos, de radiación o de riesgos químicos, y varían según el tipo de peligro al que hagan frente.
Ejemplos: gafas de seguridad, protectores faciales o pantallas de protección.
Estos equipos protegen las manos ante la exposición y manipulación manual de objetos que conllevan riesgos como los productos químicos, o en trabajos que se desarrollan al aire libre, como la construcción.
Ejemplos: guantes, guanteletes, manoplas o brazaletes.
Son los más utilizados en tareas de construcción, transporte o excavaciones. Suelen proteger de golpes, de caída de objetos o de daños en el cuero cabelludo.
Ejemplos: cascos, gorras y protectores auditivos.
El calzado de seguridad es aquel que protege el pie de riesgos como lesiones, resbalones o caídas, exposición a productos químicos, electrocución o químicos.
Ejemplos: botas de seguridad, zapatos de seguridad o calzado antideslizante.
Se utilizan cuando existe un peligro de sobreexposición al ruido. Pueden ofrecer cobertura completa de la oreja o exclusivamente el canal auditivo.
Ejemplos: tapones para los oídos, orejeras o protectores auditivos.
Protegen de atmósferas peligrosas por la presencia de sustancias nocivas o la deficiencia de oxígeno. Existen dos tipos de EPR, los que limpian el aire antes de inhalarlo y los que suministran aire limpio de una fuente independiente.
Ejemplos: máscaras, mascarillas o respiradores.