El calzado de seguridad debe de garantizar la máxima protección de los pies ante las múltiples situaciones de riesgo que nos podemos encontrar en el entorno laboral, y las punteras de seguridad juegan un papel clave para cumplir este objetivo.
La puntera se encarga de proteger los dedos de los pies de los impactos que pueda recibir. Para escoger la más adecuada, hay que tener en cuenta el uso que se le va a dar a el zapato, el material del que está hecho la puntera de seguridad y su forma.
Existen 3 tipos de puntera de seguridad en el mercado, las punteras de protección de acero, las punteras de protección de aluminio y las punteras de protección de composite.
Las punteras de protección de acero son las más conocidas y utilizadas. El acero es un material muy resistente que ofrece gran protección frente a cortes, golpes o perforaciones y, además, resultan muy económicas.
El problema es que las punteras de acero son muy pesadas, se oxidan con el agua y no son un buen aislante térmico, por lo que tanto el calor como el frío se transmite al interior del zapato.
Y, evidentemente, suenan al pasar por los detectores de metales, por lo que, no son aptas para los entornos en los que es necesario equipación metal free. Además, las punteras de acero suelen resultar más gruesas que las de aluminio o composite, dejando menos espacio para los dedos de los pies y reduciendo así el confort.
Las punteras de protección de aluminio son muy ligeras y resistentes. Igualan a las punteras de acero en seguridad, con la ventaja de que son menos pesadas por lo que, son más cómodas de llevar y producen menos fatiga en el trabajador.
Son las punteras perfectas para aquellos que buscan un calzado ligero, cómodo y seguro.
A diferencia de las anteriores, no se oxidan y sí ofrecen aislamiento térmico.La desventaja es que su precio es más elevado porque es más costoso fabricar el calzado. Además, también suenan al pasar por detectores de metales.
Las punteras de seguridad de composite están formadas por fibras de vidrio, carbono o plástico. Hablamos de resinas compuestas, mezcladas heterogéneamente formando un compuesto, la combinación de materiales le otorga al compuesto unas propiedades mecánicas notablemente superiores a las de las materias primas.
En los tres casos estamos hablando de punteras de seguridad muy cómodas porque son ligeras y flexibles.
Ofrecen aislamiento térmico, tanto al frío como al calor, gracias a ser un compuesto en forma de resina. No se oxidan y están libre de metales, por lo que sí se pueden utilizar para atravesar detectores de metales.
El mayor inconveniente de este tipo de punteras de seguridad es que no igualan en resistencia a las de acero o aluminio. Son más costosas que las de acero aunque no llegan a superar en coste a las de aluminio.
Otra de las grandes diferencias de las punteras composite de las dos anteriores es que éstas, cuando reciben un golpe, se deforman y vuelven a su estado anterior evitando que quede el pie aplastado. Las punteras de acero y aluminio cuando reciben el golpe se abollan y no recuperan su forma.
En definitiva, todas las punteras de seguridad, independientemente del material con el que estén fabricadas, garantizan la resistencia al impacto y al aplastamiento según la normativa vigente EN12568-S (impactos hasta 200J, compresión de hasta 1500 kg) la diferencia viene dada por la ligereza, flexibilidad y coste.
Las punteras de acero son resistentes, más económicas y más pesadas. Las de aluminio son muy resistentes, tienen un coste elevado y son más ligeras. Por último, las punteras composite son ligeras y flexibles, recuperan su forma original tras el impacto, pero su resistencia es algo inferior a las anteriores.
A continuación te dejamos dos vídeos muy interesantes acerca de las punteras de seguridad:
Ver la tecnología utilizada por Base Protection en su puntera de seguridad SlimCap
Ver prueba de impacto de una puntera composite