Existen diversas normativas aplicables a los cascos de protección utilizados en distintos sectores y para diferentes aplicaciones. La EN 397 es la normativa que regula los cascos de protección para la industria en general, mientras que la EN 812 se enfoca en cascos diseñados para proteger contra golpes. La EN 14052 se aplica a cascos de altas prestaciones para la industria. Por otro lado, existen normativas específicas para cascos utilizados en aplicaciones particulares, como la UNE-EN 443 para cascos de lucha contra incendios y la UNE-EN 50365 para cascos eléctricos aislados en instalaciones de baja tensión. El cumplimiento de estas normativas es esencial para garantizar la seguridad de los trabajadores en diferentes sectores y aplicaciones.
El marcado de los cascos de protección para uso industrial es un requisito obligatorio que debe incluir el símbolo "CE" y otra información específica según la norma EN397:2012+A1:2012. Esta información debe ser visible, legible y permanente, e incluye el número de la norma europea, la marca o nombre del fabricante, la fecha de fabricación, el tipo de casco, las tallas, la masa, el material del casquete y, opcionalmente, requisitos adicionales como la resistencia a la llama o salpicaduras de metal fundido. Estos requisitos opcionales se pueden indicar con un marcado específico o etiqueta, según corresponda.
Los cascos eléctricamente utilizados son diseñados para ser utilizados en trabajos en los que existe riesgo de contacto con partes eléctricamente cargadas en instalaciones de baja tensión, es decir, que no superen los 1000V en corriente alterna o los 1500V en corriente continua. Estos cascos previenen el paso de corriente eléctrica peligrosa a través de la cabeza de la persona que los utiliza. La clasificación de estos cascos se realiza según su capacidad de protección eléctrica, siendo la Clase eléctrica 0 la que se utiliza para trabajos en instalaciones con tensión nominal de hasta 1.000 V en corriente alterna y 1.500 V en corriente continua.
