La protección en el trabajo es esencial para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Los equipos de protección individual (EPI) están diseñados para proporcionar un escudo de protección ante los peligros detectados en el análisis previo de prevención de riesgos laborales (PRL). Pero, ¿cuándo es obligatorio el uso de EPI?
Todos los EPI están sujetos a una normativa con el objetivo de garantizar que los trabajadores estén protegidos adecuadamente y evitar accidentes laborales.
Desde el punto de vista de la seguridad del producto, el Reglamento (UE) 2016/4251 establece los requisitos que deben de cumplir los EPI, desde su diseño y fabricación hasta su comercialización, con el fin de garantizar la salud y seguridad de los usuarios.
Y desde el punto de vista de la seguridad y la salud en el trabajo, el Real Decreto 773/1997 establece los requisitos mínimos para garantizar una protección adecuada del trabajador/a durante el uso del EPI.
Esta normativa establece, entre otras cuestiones, cuándo son obligatorios y qué deben cumplir, te lo explicamos a continuación.
La decisión de utilizar un EPI tiene que estar determinada por una previa y exhaustiva evaluación de riesgos laborales que determine las acciones preventivas y las medidas técnicas de protección colectiva y/u organizativas que se deben de seguir.
El primer paso es siempre eliminar el riesgo y cuando no se puede debemos intentar reducirlo lo máximo posible. Por eso, las medidas de protección colectiva se deben anteponer a la protección individual y cuando estas no son suficientes se utilizarán los EPI como última barrera de protección entre la persona y el riesgo.
El objetivo es evitar los accidentes laborales y proteger la salud de los trabajadores, para ello, debemos intentar tener el mayor control posible sobre los riesgos laborales a los que se enfrenta cada empleado.
Conclusión, el uso de equipos de protección individual es obligatorio siempre y cuando no podamos evitar el riesgo laboral.
El INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo) ofrece en su web una serie de recomendaciones relativas al momento en el que se debe hacer uso de los equipos de protección individual.
Estas recomendaciones parten de la base de que en todo momento se han de emplear todos los medios posibles, ya sean técnicos u organizativos, para evitar el riesgo.
Situaciones en las que el INSST considera necesario el uso de EPI:
Ante estas situaciones el uso de los EPI deberá estar correctamente documentado incluyendo toda la información relacionada con el riesgo y el equipo seleccionado, y el nombre del responsable. Además, esta documentación deberá estar disponible para la autoridad laboral, los trabajadores, sus representantes y los servicios de prevención.
Los EPI deben cumplir 3 reglas principales:
Deben ser eficaces a la hora de proporcionar protección al trabajador contra el riesgo para el cual se utilizan. Esto pasa por que no introduzcan nuevos riesgos o incomodidades. Para lograr esto, es esencial que los EPI se adapten a:
Cuando es necesario proteger al usuario frente a varios riesgos o diferentes partes del cuerpo, los EPI deben asegurar su grado de protección previsto sin generar riesgos adicionales. Es muy importante la compatibilidad de los equipos seleccionados para asegurar que no interfieran entre ellos.
La normativa de seguridad aplicable en relación al diseño y la fabricación será el Reglamento (UE) 2016/425 y se deberá llevar el marcado CE correspondiente, como se explica en la imagen a continuación: