Protección facial
Las cremas de protección solar, así como las pomadas, son considerados un equipo de protección individual (EPI) tal y como informa el INSHT. Es muy importante que todas aquellas personas que trabajan expuestas a los rayos UVA utilicen fotoprotección para evitar daños en la piel que, a largo plazo, pueden derivar en cáncer de piel. Te contamos cuándo es necesario utilizar protección y cómo elegir la más adecuada.
Las gafas de seguridad deben de estar en perfectas condiciones para cumplir su objetivo, proteger al usuario de posibles riesgos oculares. Si tenemos las gafas limpias y cuidadas tendremos siempre la máxima calidad de visión y, además, prolongaremos la vida útil de las mismas. Te contamos de la mano de Bollè Safety lo que debemos hacer para cuidar las gafas y lo que debemos evitar.
Estar trabajando expuestos al sol sin ningún tipo de protección puede provocar graves consecuencias para la salud ocular. Estos efectos desaparecen por completo, y se previenen fácilmente usando gafas protectoras, sin que ocasionen lesiones a largo plazo. Las normas que se encargan de regular la protección contra la radiación solar son la EN 166 y la EN 172:1995. A continuación te explicamos ambas normativas y qué gafas utilizar.
Las gafas de sol están consideradas como un Equipo de Protección Individual (EPI) de categoría I. Su uso es necesario para protegerse del sol, aunque no todas protegen con la misma eficacia de los rayos ultravioleta y de cualquier otra agresión externa. Es aconsejable usar lentes de cristal u orgánicas, no de plástico, además de constatar que el código marcado en la propia montura o en el ocular de las gafas se corresponde con la protección y el filtro solar que necesitamos.